Era muy común que el Buda, en sus discursos hablara de cuestiones éticas y morales, las acciones virtuosas, el karma, el renacimiento, los seis reinos, usando múltiples ejemplos.
Sin embargo, cuando se le preguntaba acerca del Nirvana o los seres iluminados, poco o nada decía ¿por qué?
En este post expondré mi análisis y descubrimientos a este cuestionamiento.
Espero te sirva como guía y motivación para continuar con tu práctica espiritual.
Samadhi es traducido como «meditación correcta» pero también tiene los significados «estado fijo», «concentración en un solo punto» o «firme estado de atención en la realidad última».
En las recientes publicaciones hemos recorrido juntos el Noble Sendero Óctuple, el adiestramiento que nos recomienda el Buda para lograr la iluminación.
En este viaje hemos descubierto, que los ocho senderos no se avanzan uno tras otro, sino que es una espiral ascendente donde todos los caminos se entrelazan y se recorren simultáneamente.
¿Entonces si son simultáneos por qué separarlos?
Como lo explico en mi Curso Online: Budismo y Vida Plena.
La finalidad de separar las enseñanzas o conceptos, es que facilitan su entendimiento.
Dividir nuestro aprendizaje en partes ayuda con el proceso de asimilación y eventualmente con la práctica espiritual, las separaciones desaparecen.
Es parecido a armar un rompecabezas, los conceptos son las piezas, las enseñanzas son fragmentos que ya has armado pero que aún no forman el todo.
El rompecabezas terminado equivale al resultado de la práctica espiritual, ya no hay separaciones todo está unido.
Rompecabezas Buda de 1000 piezas. Foto cortesía de Marcela Quiroga.
El mismo Buda dio cientos de discursos, pero no los dio todos el mismo día. Desde que se iluminó, no paró de compartir hasta llegar a su vejez y eventualmente a su muerte.
Cuando hablamos de la budeidad todo está unido nada está separado, todo es «uno» eso es Samadhi, es decir, la visión perfecta ha triunfado.
Mi maestro me enseño que la separación del Samsara y el Nirvana sucede solo en la mente cambiante.
En el Budismo Bön, la tradición más antigua del Tibet, nos brinda las enseñanzas más elevadas llamadas Dzogchen o Gran Perfección.
En el Dzogchen a ese estado de no separación se le llama: «el estado natural de la mente» o «la mente natural».
Darte cuenta y mantenerte en ese estado, es el fin último de todas las enseñanzas Budistas.
El objetivo de cualquier práctica budista es acercarnos «al estado natural de la mente».
Todo lo que no es «la mente natural», es la mente convencional, es sinónimo de caos, confusión y por ende el sufrimiento en nuestra vida.
Al perderte en la experiencia, te confundes con el mundo; pero si permaneces en la naturaleza de la mente, no encontrarás preguntas qué hacer o contestar.
Lama Tenzin Wangyal Rimpoche
Dany Zen
La manera de rompecabezas para recibir el conocimiento, para posteriormente, ver el conjunto, es algo que conocemos bien, cuando asistimos a la escuela nos imparten en materias separadas diferentes conceptos, que al final representan un grado académico, el todo como finalidad de enfocar nuestra atención constante. Pero el valor del budismo, también está en no disolvernos entre todo aquello, que forma nuestra experiencia parcial y total de vida. El enfoque nos ayuda a salir de la inercia personal.