5215527745613 hola@danielplanasz.com

Hoy 9 de Julio 2024 de acuerdo al calendario Tibetano el día 4 del sexto mes lunar del año 2151 del Dragón de Madera, se realiza la celebración llamada Chökhor Düchen.

Celebramos el día en que el Buda giró por primera vez la rueda del Dharma, es decir, que comenzó a dar enseñanzas. La primera de estas enseñanzas fueron Las Cuatro Nobles Verdades.

Esta es la enseñanza básica y la raíz del árbol de todas las enseñanzas del Buda.

Cada maestro la comparte a su estilo y forma de enseñar, pero la esencia siempre será la misma, enfócate en el fondo no en la forma.

La vida de Siddharta Gautama

Hace 2500 años el príncipe Siddharta Gautama habitaba en el reino Shakya en las inmediaciones de lo que hoy se conoce como India y Nepal.

Vivía prácticamente en el paraíso, sin preocupaciones. 

Siddharta era muy bueno en los deportes, las artes y el estudio.

Su padre el rey Suddhoana, lo consentía mucho, brindándole todos los lujos y placeres; también lo alejaba de cualquier tipo de sufrimiento.

La familia de Siddharta eran su padre, su madrastra, su esposa y su hija.

Se aproximaba una festividad y el príncipe haría su aparición por primera vez fuera del reino a sus 29 años.

El Rey ordenó a sus súbditos que limpiaran la ciudad, adornarán el camino que recorrería el Príncipe y que escondieran a todos los enfermos y pordioseros del reino.

Llego el día del evento y Siddharta estaba feliz, finalmente conocería más allá de su reino.

El rey encargó a Channa, su chofer de confianza, que tomará el carruaje y transportará a Siddharta a través de la ciudad a través de una ruta planeada.

Comenzó el recorrido, sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo.

En un momento la mirada de Siddharta se posó en una persona en particular.

La persona caminaba con dificultad, estaba encorvada, con cabellos largos grises enmarañados, un rostro triste y todo en él expresaba profundo cansancio.

Esta imagen le causo estupefacción a Siddharta e inmediatamente le preguntó a Channa:

—¿Qué es eso?
—Es un anciano decrépito, alguna vez fue niño, trabajo, tuvo esposa, pero ahora ya perdió toda su energía, todos envejecemos —replico Channa

Siddharta quedo impresionado con la respuesta, comprendió que el tiempo acaba con la vida y la vitalidad de las personas.

No paso mucho tiempo durante el viaje para que apareciera otra persona, con piel pálida, respirando con dificultad, temblando como si hiciera mucho frío a plena luz del sol.

—¿Qué le pasa a ese hombre?
—Es un enfermo, los elementos de su cuerpo están desarmonizados, cualquiera de nosotros puede caer en ese estado, tanto el rico, el pobre, el joven, el viejo, el sabio o el ignorante, todos enfermamos —replico Channa.

Esta vez Siddharta no dijo nada, pero su corazón empatizó con el sufrimiento del anciano y el hombre enfermo.

Reflexionó acerca de la vida que había llevado hasta el momento, encontró incongruencias que no pudo explicar.

Chana aceleró el paso de los caballos para alejar al Príncipe de aquel lamentable espectáculo.

Sin embargo, a pocos metros tuvo que detenerse bruscamente, pues cuatro hombres iban cruzando lentamente, cargando sobre sus hombros un cuerpo amortajado.

Detrás de los cuatro hombres iba un grupo de personas y algunas mujeres llorando amargamente.

—¿Por qué llevan así a esa persona?
—Es un muerto, la vida se le ha desvanecido y ha dejado de existir, su familia y amigos lloran su muerte y ahora lo llevan a su tumba —replico Channa.
—¿Es frecuente que la gente muera?— con voz trémula sorprendido por aquel espectáculo.
—Sí, pasa lo mismo a todo el mundo y a todos los seres vivientes, el único requisito para morir es estar vivos — replico el chofer.

Regreso al castillo y durante semanas se fue haciendo consciente de que su padre, su madrastra, su esposa, su hija y el mismo estaban destinados a padecer los mismos sufrimientos que vio afuera del reino: la enfermedad, la vejez y la muerte.

La felicidad que experimentaba en el reino se comenzó a transformar en una mezcla de emociones: miedo, tristeza, resentimiento, ¿Qué más le había ocultado su padre acerca de este mundo?

Asiduamente escapaba del reino con Channa para encontrar respuestas.

Un día se detuvieron en una calle, donde observó a una persona poco común: llevaba hábitos amarillos, estaba rapado, caminaba tranquilamente por la calle y pasaba a cada casa solicitando comida en un tazón.

—¿Qué le ocurre a ese hombre? ¿Por qué se ve tan tranquilo?
—Es un monje, es alguien que ha decidido dejar atrás su vida mundana, deshaciéndose de las ataduras terrenales, obligaciones domésticas, sociales y políticas —replico Channa.

Siddharta se acercó al monje y le pregunto:
—¿Y tú por qué estás tan sonriente, acaso no te das cuenta de la enfermedad la vejez y la muerte? En estos días he descubierto que todo cambia, todo lo que nace tiene que morir y que nada es para siempre.

El monje respondió:
—Claro y por esa razón he decidido renunciar al sufrimiento y buscar la verdad, sigo a mi maestro* y dedico mi vida a la meditación. Cuando quieras te puedo enseñar a meditar nos reunimos en el bosque a las afueras de la ciudad hacia donde se oculta el sol.

Siddharta sintió esperanza en las palabras del monje y no las olvidó nunca.

Ya de vuelta en el palacio y tras mucha cavilación, tomo la decisión de que iba a renunciar a todo.

Renunciaría a su destino de ser heredero del reino, pues no encontró sentido a seguir en algo que de todas maneras iba a terminar, como lo sería su reinado, su propia vida y la de sus seres queridos.

Decidido salió a buscar la verdad.

*El monje era un Samana, asceta que seguía las enseñanzas de Mahavira.

Siddharta abandona el palacio para encontrar su verdad

En una luna llena, se despidió silenciosamente de su familia, se cortó su larga cabellera se quitó sus aretes y ropajes; tomo su corcel y huyo del reino a buscar la verdad. 

Siguiendo las indicaciones del monje se dirigió al bosque donde meditaban.

Durante muchos años fue instruido con diversas técnicas ascéticas, yóguicas, meditativas e inclusive estudio con Brahamanes.

Ninguna enseñanza le quitaba ese dolor que aún sentía su corazón y seguía sintiendo insatisfacción (Duhkha).

Inclusive una de las técnicas ascéticas casi lo mata.

Al llevar varios días sin comer y en un estado de debilidad, cayó a un río y casi muere ahogado por no tener energía.

Molesto se dio cuenta de que eso tampoco lo iba a llevar a la verdad.

Dejó a los ascetas, comía lo que necesitaba y dormía con regularidad, comenzó a recuperar fuerzas y siguió su búsqueda.

Un día recorriendo un camino, presenció la imagen de un padre enseñándole a su hija a afinar un Sitar, un instrumento de cuerdas Hindú.

El padre le explicaba a su hija: 

—Si aflojas demasiado la cuerda, no da el tono.
—Si aprietas demasiado la cuerda, se rompe.
—Debe estar afinada en el justo medio. 

Esas palabras resonaron en su cabeza, «el justo medio», algo despertaron en él, que lo inspiraron para meditar. 

Con esa epifanía en su mente, salió corriendo al bosque, atravesó el río y se sentó a meditar en el hoy famoso y sagrado árbol Bodhi.

Con una gran determinación se dijo a sí mismo:

— Veré la realidad de mi existencia o moriré sentado aquí, no abriré los ojos hasta encontrar la respuesta.

Pasó cuarenta y nueve días y noches sentado, hasta que finalmente logro la iluminación o budeidad.

Siddharta Gautama se convirtió en un Buda, el Buda Shakyamuni (por la región de donde provenía).

Te recomiendo leer: ¿Qué es un Buda? ¿Qué es la Budeidad?

El Buda Shakyamuni después de su iluminación estuvo siete semanas más en silencio.

Muchos seres lo vinieron a visitar, incluidos los Dioses Indra y Brahma quienes lo animaron a que enseñará.

Las Cuatro Nobles Verdades

En el Parque de los Venados, impartió su primera enseñanza a sus primeros cinco discípulos, quienes eran sus antiguos amigos ascetas.

En su primer sermón dijo lo siguiente:

Conoce los sufrimientos,
abandona sus orígenes.
Alcanza las cesaciones,
medita en los caminos.

Sutra del primer giro de la Rueda del Dharma

Posteriormente explico las Cuatro Nobles Verdades de la siguiente manera:

Primera noble verdad: El sufrimiento existe

El sufrimiento es causado por las sensaciones insatisfactorias que surgen de los cambios y la incertidumbre.

Como Siddharta lo descubrió: todo cambia, todo lo que nace tiene que morir y nada es para siempre, aunado a la incertidumbre de la enfermedad, la vejez y la muerte, en nosotros mismos y nuestros seres queridos.

Esto lo llamo Duhkha que en idioma Pali literalmente significa «incompleto»; sin embargo, en el contexto de su enseñanza se puede entender también como «insatisfacción».

Segunda noble verdad: El origen del sufrimiento es el apego

El Buda afirmó que el sufrimiento se origina por el apego a cosas, situaciones, personas, y demás.

Tercera noble verdad: Es posible acabar con el sufrimiento

El Buda enseñó que debilitando gradualmente los apegos, eventualmente se irá disminuyendo el sufrimiento.

Cuarta noble verdad: Para acabar con el sufrimiento definitivamente debes meditar en los caminos verdaderos o el «Noble sendero óctuple»

El Noble sendero óctuple es un conjunto de enseñanzas y prácticas meditativas, un método completo y detallado por el Buda para lograr la liberación de ese sufrimiento o Duhkha.

Te recomiendo leer: El noble sendero óctuple.

Para terminar este post, es importante que sepas que las cuatro nobles verdades constituyen la primera y más fundamental enseñanza.

Las posteriores 84,000 enseñanzas que impartió el Buda, giran en torno a las cuatro nobles verdades, así que entender su significado es clave para avanzar en este camino.

Dany Zen

Lecturas adicionales recomendadas

Si deseas profundizar en las enseñanzas del Buda te recomiendo leer:

  1. Post: ¿Qué es un Buda? ¿Qué es la Budeidad?
  2. Post: ¿Qué es el karma?